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Mar, montaña y una villa llena de encanto que tiene en su rambla arbolada uno de los lugares más agradables. Este municipio del Baix Llobregat atesora en su término un entorno natural de gran valor paisajístico que se sitúa entre el Parque Agrario del Baix Llobregat, la Reserva Natural del Remolar-Filipines, una valiosa área de marismas de especial interés ornitológico y extensas playas de arena fina.

En el casco antiguo de la ciudad se encuentra la Casa de la Vila, una construcción modernista de estilo neogótico de 1892 y la Torre Baró, una mansión de los señores feudales del siglo XII, con un bello patio central gótico que actualmente alberga dependencias municipales. Destacan también Can Modolell, un palacio de principios del siglo XX con un estilo entre historicista y modernista, y la Torre Roja, una torre fortificada del siglo XIII, situada en las afueras y rodeada del parque homónimo que es uno de los lugares de recreo predilectos de los habitantes de Viladecans.

Por último, hay que mencionar la Iglesia Parroquial de Santa María de Sales (1967), obra del arquitecto vienés Karl Kramreiter, que sobresale por la original estructura del campanario, inspirada en la obra de Le Corbusier. El municipio dispone de uno de los teatros-auditorios más modernos de las comarcas de Barcelona, el Centro Cultural Atrium, con una importante programación de conciertos y representaciones teatrales. Y el mes de julio se celebran dos eventos de altura internacional: el Festival de Teatre i Animació al Carrer y el CROMA, el Festival de Músiques del Món.

Viladecans es una ciudad de la comarca del Bajo Llobregat, en la provincia de Barcelona (Viladecans). Se encuentra en el área metropolitana de Barcelona. Es una ciudad que ha experimentado un crecimiento demográfico muy importante en los últimos años debido a su cercanía a Barcelona, lo que ha dado lugar a que en el siglo XXI se hayan superado los 60.000 habitantes. A pesar de ser una ciudad joven en algunos sentidos, Viladecans conserva un gran patrimonio histórico-artístico. La transformación sufrida por el pequeño pueblo rural que era el Viladecans de comienzo del siglo XX se comprenderá bastante bien con las cifras estadísticas que hacen referencia a la evolución de la población. La industrialización es tardía: no se desarrolla hasta bien entrado el siglo XX. Los hechos más importantes son: el establecimiento en Gavà, en el año 1920, de la factoría "Roca-Radiadores", que pronto se amplió hacia terrenos de Viladecans; y la instalación en 1925 de la fábrica de "Levadura Prensada, S.A.". Actualmente predominan la metalurgia, la alimentación, la química y también las industrias relacionadas con el transporte y la construcción. El paso de los años ha dejado en Viladecans un patrimonio histórico-artístico importante, como son los siguientes monumentos: la "Casa de la Vila" (actual edificio del Ayuntamiento), de la familia Modolell, edificio modernista de estilo neogótico de 1892; la Torre del Baró de Viladecans, mansión de los señores feudales del siglo XII; además de los edificios de carácter religioso como la Ermita de Sales, edificada sobre los restos de una villa romana, la Iglesia de Santa Maria de Sales y la Parroquia de Sant Joan Baptista, rehecha tras la guerra civil.